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Imagen 65 y 66
Apuntalamiento durante los
procesos de consolidación
por inyección. Presencia de
mamposterías añadidas en mal
estado producto de antiguas
intervenciones de consolidación.
Imagen 67
Equipo de restauradores durante
la intervención en la mitad Este
del tramo.
en zonas donde no se conservan policromías,
se ha observado aplicaciones de distintos tipos
de morteros contemporáneos en ambos lados,
así como de otros de consistencia más dura y
de carácter hidráulico en el lado oeste, que atri-
buimos a las múltiples reparaciones de este pa-
ramento, posiblemente debido a las persistentes
humedades por capilaridad y las procedentes del
sector contiguo oeste. En sendos paramentos se
observa, a la altura de cada imposta, cierto des-
nivel que achacamos a un solape de los morteros
durante las distintas jornadas de trabajo. Este so-
lape ha dejado visible una marca diferencial en
sentido horizontal que parece delimitar y recor-
tar el lado inferior de la bóveda.
La
técnica pictórica
es mixta, ejecutada primero
con un falso fresco terminado al temple. Las pin-
turas pudieron ser repintadas en 1615 por Diego
de Esquivel, y más tarde, en 1655, por Pedro Ho-
norio de Palencia, que anduvo por estas bóvedas
de la entrada resanando dorados
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, tal vez los que
podría ostentar la corona del tondo central, aun-
que ahora estén desaparecidos, según se reflejan
en las hijuelas de ese año donde se hace constar
reparaciones en los dorados de estas bóvedas.
El
estilo
artístico de esta bóveda es sin duda
manierista, representado por la ordenación del
espacio en un desarrollo simétrico aunque en-
vuelto en una sucesión de formas concatenadas
de carácter alegórico que nos conducen hacia el
mensaje final de contenido simbólico. Las figuras
grutescas se representan con forzados escorzos,
transformadas en mitad humanos —con sus ca-
bezas pequeñas y sus torsos musculados—, y mi-
tad vegetales, muy estilizados, con largos tallos
enroscados a los que se conectan otras formas,
generando una composición vivaz y elegante de
colores llamativos (cualidad apreciable a pesar de
la pérdida considerable de matices), contrastada
con el color frio y agrisado del fondo.
En cuanto a la
superficie pictórica
se conserva
un 70% aproximadamente, aunque nos ha lle-
gado bastante degradada. Antes de la reciente
intervención las formas estaban muy distorsio-
nadas por la confusión existente entre los con-