222 Apuntes del Alcázar de Sevilla
ANÁLISIS
Fig. 3.
Patio de las Doncellas. Real
Alcázar. Foto: Ana Pleguezuelo.
Pero, con independencia de que podamos asu-
mir el hecho de que no se interpretan de igual
manera la belleza mudéjar y la
pulchritas
vitru-
biana, creo percibir en los zócalos del palacio
mudéjar diferencias de otros niveles no tanto
estéticos cuanto materiales y técnicos lo que nos
permite suponer que estamos ante unos alica-
tados que no fueron realizados en un solo mo-
mento. Es precisamente en esas
otras diferencias
en las que nos hemos centrado para definir las
hipotéticas etapas de ejecución.
Para llevar a cabo esta operación he seguido un
sencillo método consistente en la cumplimenta-
ción de una tradicional ficha que contiene varios
ítems, agrupados de una forma lógica. Otros po-
sibles conceptos que no aparecen en esta ficha
deberían ser incluidos en la misma si el objetivo
no fuese simplemente, como en esta ocasión,
constatar diferencias de partes sino realizar una
catalogación de pretensiones más universales
12
.
Pero la propuesta en este caso afectará sólo a
algunos aspectos materiales
de la obra y entre
los campos en que podrían ser agrupados tales
datos estarían los cinco que aquí se proponen
de manera provisional: composición, motivos
ornamentales, cuerpo de terracota, cubiertas de
vidriado y puesta en obra
13
.
1.- COMPOSICIÓN
Uno de los aspectos más interesantes de un re-
vestimiento de azulejos es la estructura compo-
sitiva que distribuye sus motivos decorativos.
Mucho podría ser comentado sobre las diferen-
tes formas de componer un zócalo que han ido
sucediéndose tanto en el tiempo como en el es-
pacio y sobre las posibles motivaciones de tales
variaciones. Hay casos excepcionales de zócalos
que carecen de estructura y en los que un solo
motivo recorre toda la altura y la anchura del
mismo pero lo habitual es que se elijan motivos
diferentes para sus tres elementos esenciales: ro-
dapié, fondo y remate. En el caso de la tradición
hispanomusulmana y mudéjar es también fre-
cuente que el fondo componga —a veces con di-
visiones verticales— diferentes «paños», térmi-
no tomado, obviamente del mundo textil
14
. Los
del Alcázar son zócalos de desarrollo horizontal
continuo aunque hay algunas excepciones con
divisiones verticales como la Sala de Audiencias,
en planta alta, y el Salón de Embajadores, en
planta baja, precisamente dos de los espacios de
más alto valor protocolario
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.
Un esquema más simple siguen los zócalos de
las demás salas del palacio ya que todas ellas sue-
len presentar un desarrollo continuo en sentido
horizontal de un único motivo, excepto en el ci-
tado Patio de las Muñecas en el que los cambios
de motivos, sin estar explícitamente separados
por cenefas verticales como los anteriores, se
perciben, como se ha indicado más arriba, en las
esquinas o se aprecian a ambos lados de algunas
puertas. Con independencia de estos cambios, el