178 Apuntes del Alcázar de Sevilla
RESTAURACIÓN
Imagen 12
Vista del interior de los Baños. Al
fondo, la fuente de grutescos.
restauradas por procedimiento de arranque para
aislarlas de la altísima e insalvable humedad de
sus potentes muros de soporte, salvaguardan-
do así sus policromías. Tras la restauración han
vuelto a ser colocadas en sus lugares de origen,
de forma que en la actualidad se puede hacer un
recorrido general por las galerías con las pinturas
conservadas
1
. Son muy abundantes los restos pic-
tóricos rescatados y conservados, pero escasos los
sectores con composiciones completas y discer-
nibles
2
. Podemos asegurar que sin el respeto que
se ha tenido y sin el tratamiento practicado toda
esta información se hubiese perdido en el tiempo,
y con ello el conocimiento de su propia existencia
y de las intenciones y condiciones estéticas que
debieron lucir desde el siglo XVI estos espacios.
Después de esta larga y merecida etapa, aunque
todavía inconclusa, como a los enfermos cróni-
cos, les toca el turno a las inspecciones regulares y
a los cuidados para su mantenimiento, logrando,
conjuntamente con la eliminación de los prin-
cipales agentes de alteración, —asignatura pen-
diente—, su adecuada conservación y con ello la
perdurabilidad de los tratamientos.
Desde los últimos tres años, una vez terminada
la restauración de todos los murales de las gale-
rías porticadas que rodean el Patio del Crucero,
se avanza en las intervenciones en la galería cen-
tral longitudinal en la que —como ha ocurrido
en las galerías perimetrales— ha sorprendido
muy gratamente el descubrimiento de pinturas
de las que no había constancia alguna de sus
composiciones al hallarse ocultas por tantas ca-
pas añadidas en el tiempo o por antiguas inter-
venciones poco ortodoxas.
La galería central es de todas la única que se en-
cuentra expuesta al público al estar integrada en
el circuito turístico, siendo las primeras bóvedas
de la entrada las más vulnerables al roce de las
personas que las visitan. Éstas también han sido
las más dañadas en épocas pasadas por interven-
ciones rápidas de adecentamiento, encalando
unas veces para ocultar el mal estado que presen-
taban las pinturas, y en otras ocasiones eliminan-
do las cubriciones con procedimientos inadecua-
dos, llegando a la actualidad con un aspecto muy
degradado y decadente. Los visitantes entran a
los Baños y acceden por el pasadizo hasta su en-
cuentro con el estanque, desde donde se obtiene
una espectacular imagen frontal de la galería en
penumbra con la fuente de grutescos al fondo y
las bóvedas de crucería reflejadas en el estanque.
Desde esta magnífica, aunque única perspectiva,
el público no ve ni puede intuir tampoco—a falta
de la información necesaria—, el despliegue que
existe de galerías perimetrales y transversales
estructuradas en torno a este eje central. Con el
transcurso de las intervenciones en las pinturas
va cobrando fuerza la idea de poder recuperar
para los visitantes un recorrido programado,
