152 Apuntes del Alcázar de Sevilla
RESTAURACIÓN
Figura 12.
Molduras a inglete en el
perimetro de las reticula formada
por jaldetas y tabicas. En la
imagen podemos observar como
la vigueta posee policromía en
la cara que da al paramento y
como tiene la marca o ranura del
engargolamiento de una tabica
por lo que no está colocada en
su ubicación original.
Figura 13.
Emplanchado sobre el papo de la
viga este
Figura 14.
Desarrollo del alfarje tomando
como ejemplo un dibujo de
Enrique Nuere y modificándolo
en la orientación y dispoción de
las cintas. Este dibujo en origen
pertenece a un alfarje de la Casa
Pilatos.
A propósito de los grutescos, es interesante el
gusto por su elección tan temprana, lo que dice
bastante sobre la personalidad del mecenas
y del taller encargado de la composición. Son
un tema recurrente del primer Renacimiento
hispano, presente en los palacios de Gogolludo
(Guadalajara), Hospital de Santa Cruz en Valla-
dolid o la Calahorra en Granada. Todos de la
primera década el XVI, contemporáneos a la
casa de Gómez de Solís. Los esquemas no eran
aleatorios, seguían modelos italianos que llega-
ban a los talleres en cuadernos de dibujo, bajo
el brazo de artistas vinculados al Renacimiento
Italiano. El caso más significativo es el Códex
Escurialensis, utilizado en algunos de los reper-
torios iconográficos arriba citados, del que el
techo presenta varios modelos.
Llama mucho la atención la presencia de retra-
tos que sin duda cuentan con un significado de-
terminado. En total se han conservado nueve,
de los que tres parecen responder a imágenes
femeninas y el resto a caballeros. Se trata de pin-
turas de excelente calidad, dibujadas a partir de
un trazo sinuoso, en las que se pueden apreciar
detalles que los acercan a la pintura de influen-
cia flamenca, tanto por el detalle como por la
melancolía de algunos rostros. Los personajes
aparecen enmarcados en un tondo que simula
una guirnalda circular, vestidos a la moda del
momento y luciendo joyas que evidencian la alta
posición adquirida por la familia Solís. De sus
ropajes vemos la variedad de tocados, entre los
que destacan gorras y bonetes alados, sombreros
y almaizares o turbantes, que nuevamente indi-
can la contaminación de los estilos orientales y
europeos que se apreciaban entre la nobleza cas-
tellana.
A la hora de establecer un significado a estas figu-
ras hay que tener en cuenta que varios de ellos no
se conservan y de los otros no tenemos la certeza
sobre si su situación actual es la original. Creemos
que lo más acertado es identificar las figuras con
los integrantes de la familia Solís-Esquivel, que se
convierten en protagonistas de la virtud, poder y
riqueza de la familia.
Todo ello sigue un patrón que tiene que ver con
modelos de comportamiento que justifican la
pertenencia de la familia a la alta aristocracia se-
villana. Su origen está fundamentado en el prin-
cipio militar del patriarca, de cuyo servicio ganó
prebendas de la corona que le permitieron ama-
sar un enorme patrimonio. A partir de esta premi-
sa se desarrolla un mensaje que tiene que ver con
el modelo de comportamiento del buen caballero,
fundamentado en sus cualidades bélicas, cortesa-
nas, intelectuales y cristianas. De alguna manera
todas se ven representadas en los ejemplos que
nos han llegado: de las primeras destaca un retra-