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Figura 10.
Motivo central con decoración
de lazo
Figura 11.
Motivo central con decoración
de lazo
Esta carga de motivos decorativos mudéjares
presenteen los espacios reticulados convive con
el resto de la ornamentación del alfarje distribui-
da por el resto de sus elementos: jácenas, jalde-
tas, cintas y tabicas de todo tipo. En estas piezas
la decoración atiende al repertorio renacentista,
pudiendo establecerse una diferencia entre se-
ries de grutescos y candelieri que se disponen
longitudinalmente, y heraldos que se convierten
en los detalles más expresivos de la composición.
Alfarjes estructuralmente muy similares los en-
contramos en el Palacio de la Algaba, Palacio de
las Dueñas y en la Casa Pilatos entre otros (ver
dibujo de Enrique Nuere modificado simple-
mente en la orientación de las tablas superiores
de la labor de menado para acomodarlo a nues-
tro alfarje).
Otorgar un nuevo uso a la pieza conllevó una se-
rie de modificaciones provocadas por la búsque-
da de una solución constructiva que permitiese
cubrir una diferencia de luz de unos 60cm a 1m
en su recorrido este a oeste, mayor que en ori-
gen. Esta diferencia provocó la búsqueda de esos
centímetros utilizando recursos como el au-
mento de la separación del corte
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de sus jalde-
tasa la altura de las jácenas, la colocación de un
emplanchado de madera en el papo de las vigas
limítrofes con el lado este y oeste que en princi-
pio no debería ser visible; la colocación de mol-
duras perimetrales alrededor de cada retícula y
en el recorrido superior de jácenas y tabicones, y
los injertos en los laterales de los tabicones para
cubrir el espacio resultante por la ampliación
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.
Los revestimientos pictóricos
Las jácenas se convierten en el mayor soporte
de la pintura, aunque por su exposición tam-
bién ha sido la parte peor conservada. En su cara
inferior o papo se dispone la misma secuencia
de estípites separados por nudos de Salomón.
Los cantos ofrecen soluciones más variadas con
grutescos vegetales, candelieri, o parejas de gri-
fos, que se repiten por parejas a viga a partir de
un tondo central. En este elemento se dispone
el escudo de la familia Solís y dos parejas de re-
tratos. Esta organización se repite en las tabicas
que esconden los encuentros entre las vigas del
alfarje. En las menores se aprecian tondos con
el monograma de Cristo y en las mayores, que
actúan como estribo de los muros, retratos de
distintos personajes y nuevamente el emblema
de los Solís.