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• Propuesta de actuación, en donde se
trazan una serie de contenidos mínimos
según el tipo de actuación prefijada en
cada ficha. En caso de tratarse de una
actuación de Intervención, la propuesta
incluye una serie de parámetros mínimos
en base al estado de conservación seña-
lado. En cada ficha, según el tipo de ac-
tuación, se incide en la necesidad de un
estudio previo, de la documentación de
los trabajos realizados, y de la redacción
de una propuesta de mantenimiento.
• Bibliografía. Se ha considerado más
oportuno incluirla dentro de cada una
de las fichas que en una única bibliogra-
fía general, atendiendo a la idea de que
cada objeto catalogado pueda leerse de
forma independiente al resto del docu-
mento.
El contenido. La parte visual
Desde un principio se planteó la necesidad de
suplementar la parte textual con un importan-
te aporte visual, de modo que la página quedó
dividida en dos. La intención ha sido registrar
fotográficamente cada uno de los objetos cata-
logados, como forma de hacer más compren-
sible —y a la vez más llevadera— la lectura del
documento. Se ha hecho además un esfuerzo
por recopilar y reproducir imágenes antiguas,
ya sean planos, grabados, cuadros o postales,
que ayudan en muchos casos a entender las
transformaciones del conjunto o de alguna de
sus partes —figura 8—.
También se ha dado preferencia a las imá-
genes frente a la planimetría, que se utiliza
únicamente a efectos de ubicación y emplaza-
miento.
Registros y actuaciones
Son varios los casos en que el registro alude sólo
a una actuación, por lo que la denominación de
la ficha coincide con la Identificación. Sucede
por ejemplo con la Pintura mural del Cuarto de
las Bombas (ficha 2.6) —figura 9—, que hace
mención únicamente a esos restos pictóricos,
a un único material que podemos inventariar
como tal.
Sin embargo, y dado que una de las cualidades
esenciales del Alcázar es que el conjunto actual
ha quedado configurado a partir de la agrega-
ción de construcciones de diferentes épocas,
este último ejemplo no ha sido lo más usual, y
durante la elaboración del trabajo nos hemos
encontrado dos situaciones que rompen el es-
quema anterior.
Una de ellas, muy habitual, es la de que una
estancia o un ámbito cuenten con más de un
elemento susceptible de catalogación. La Sala
de la Justicia y Patio del Yeso (ficha 1.1), por
ejemplo, se catalogan en una única ficha con su
apartado de «Antecedentes» correspondiente.
Ese registro, a su vez, contiene nueve «Iden-
tificaciones», con sus respectivos apartados
de «Estado de conservación» y «Propuesta de
actuación». De este modo quedan registrados
y fotografiados los azulejos, las techumbres,
las yeserías, etcétera, pero de manera contex-
tualizada respecto a la estancia o ámbito al que
pertenecen.
La otra situación guarda más relación con el es-
tablecimiento de
«programas de restauración
por estancias»
—figura 10—, como los que se
vienen realizando en las techumbres del Pala-
cio Mudéjar o en el ciclo pictórico de los Ba-
ños de María Padilla, y que se proponen para
las techumbres del Cuarto de la Montería y los
alicatados, la yesería, las columnas y la solería
del Palacio Mudéjar. Evidentemente, cada uno
de los mencionados se circunscribe a un único
ámbito, el Cuarto de la Montería o el Palacio
de Pedro I, y la situación podría equipararse a
la descrita para la Justicia y el Yeso. Pero aquí la
situación es otra. Frente al caso anterior, aquí
se trata permanentemente de alicatados, o de
columnas, o de yeserías, en diferentes estancias
de un único recinto. Por tanto, en este último
caso, de nuevo tenemos una única ficha, la de
las techumbres del Mudéjar Bajo, por ejemplo
(ficha 6.1.1), que contiene a su vez veintitrés
identificaciones —figura 11—.