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Figura 3.
Recinto IV en el Plan Especial de Protección
Figura 4.
En blanco, propuesta de apertura al tránsito de la Actuación nº 4 del Plan
Especial de Protección. En naranja, la Galería del Grutesco
La construcción de la Galería
del Grutesco
En 1612, al tiempo que realizaba el cenador del
frente norte del Estanque de Mercurio, comen-
zó Resta a transformar su fachada oriental —a la
postre el primer tramo de la Galería Grutesca—.
El arquitecto milanés convierte la muralla almo-
hade en un paseo en dos niveles para contem-
plación y deleite de los jardines, es decir, torna
la inicial función defensiva de la cerca en espacio
de ocio y recreo —figura 8—.
Este primer tramo se configura en dos niveles,
«con un cuerpo bajo organizado por parejas de
pilastras rematadas en ménsulas y con un piso
superior articulado por estípites que sirve de mira-
dor. Todos los elementos arquitectónicos y diversos
fragmentos murarios se recubren por rocas mari-
nas y artificiales, acentuando el origen de los mo-
delos manieristas»
8
.
Probablemente en 1613 comenzó la prolonga-
ción de la Galería tras el tramo que da facha-
da al Estanque de Mercurio. El paseo inferior,
cubierto, lo resuelve Resta creando múltiples
miradores a partir de arcadas de medio punto
sostenidas por columnas de fustes y capiteles
reaprovechados. El paseo superior, descubierto,
queda protegido por un pretil que hace las veces
de remate de todo el conjunto, marcando una
línea de continuidad a lo largo de todo el corre-
dor. No obstante, el factor más característico en
la Galería del Grutesco es la ornamentación de
todos los paños de la fachada oeste con la uti-
lización del
opus rusticum
, piedras marinas po-
rosas encastradas en los paramentos que juegan
a crear efectos naturales, a modo de grutas o
cavernas —figura 7—. El lienzo opuesto, el que
mira a lo que entonces todavía era la huerta del
Retiro, Resta lo mantiene completamente liso,
sin ornamentación alguna, salvo en el caso de la
Puerta del Privilegio. Esta portada se sitúa a la