El emblemático Estanque de Mercurio del Real Alcázar de Sevilla ha sido sometido a un exhaustivo proceso de restauración que ha permitido devolverle su esplendor renacentista. Esta intervención, iniciada en 2017 y finalizada en 2024, ha incluido la limpieza y consolidación de la estructura, la restauración de su sistema hidráulico y la reproducción fiel de su conjunto escultórico mediante tecnología de escaneo e impresión 3D.

Uno de los descubrimientos más sorprendentes ha sido la presencia de restos dorados en la estatua original de Mercurio, lo que ha permitido recuperar su apariencia histórica en la nueva réplica de bronce. Además, el entorno del estanque, como el Jardín de la Danza y el Grutesco, también ha sido rehabilitado para ofrecer una experiencia más inmersiva a los visitantes. Con esta restauración, el Real Alcázar reafirma su compromiso con la conservación del patrimonio y la puesta en valor de su riqueza histórica.