
Además, la cena contó con la distinguida presencia de Sus Majestades los Reyes de España, Felipe VI y Doña Letizia, quienes ejercieron como excelentes anfitriones en el emblemático Patio de las Doncellas. En un ambiente solemne y acogedor, recibieron personalmente a más de cien invitados, entre ellos 35 jefes de Estado, 12 jefes de Gobierno y altos representantes de organismos internacionales, junto al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. El Rey, durante su discurso, resaltó el multilateralismo como “la vía más duradera hacia la paz y el progreso”, evocando a Averroes y Machado para subrayar la necesidad de actuar con urgencia frente a los desafíos globales.
Cabe destacar que el Real Alcázar no solo fue escenario de una velada histórica, sino que actualmente conserva su función de residencia oficial de la Familia Real en Sevilla, concretamente en la planta superior conocida como el “Cuarto Alto”. Este espacio, cerrado al público salvo en visitas muy reducidas bajo reserva, incluye dormitorios, sala de estar, despacho y oratorio. Su uso real realza el carácter vivo y continuado del Alcázar como palacio en uso más antiguo de Europa, destacando su doble papel: joya del patrimonio y espacio funcional al servicio de la monarquía y el Estado.